EN BUSCA DE ENIGMAS OCULTOS: PARQUE TREVES Y PRATO DE LA VALLE
Tipología de evento
Un recorrido fascinante que comienza en un jardín “desconocido” y desemboca en uno de los lugares emblemáticos de la ciudad, desvelando leyendas, alegorías y metáforas, así como la intención iniciática y masónica de su creador, el arquitecto Giuseppe Jappelli.
En el corazón de Padua, entre la majestuosidad de la Basílica del Santo y las antiguas murallas del siglo XVI, el Parque Treves vuelve a abrir sus puertas al público después de un trabajo de rehabilitación y restauración.
Realizado entre 1829 y 1835 por encargo de Jacopo e Isacco Treves de’ Bonfili, miembros de una de las familias más ilustres de la élite padovana que decidieron asentarse en el área donde se encuentran las aguas de los canales Santa Chiara y Alicorno para llegar al barrio del Portello a través del canal de San Massimo.
Siguiendo el proyecto de Giuseppe Jappelli, se construyó un jardín urbano, un jardín botánico de uso exclusivo de la familia, cuyo eje era la cultivación y conservación de plantas exóticas siguiendo el ejemplo de otros jardines de aclimatación que durante el siglo XIX conocieron su fortuna.
Jappelli, como arquitecto y paisajista del siglo XIX, interpretó el jardín al estilo inglés, en el que los elementos preexistentes como el canal y las diversas elevaciones fueron manipulados escenográficamente.
Dentro del Parque Treves creó lugares y rutas donde el aspecto natural se unía al deleite.
La presencia del Templo neoclásico, de la Pagoda china, hoy perdida pero recordada en las grabados y fotografías de la época, o la Casa del jardinero evocaban mundos pasados o lejanos en un clima de revival artístico-cultural propio del siglo XIX.
Jappelli, de acuerdo con el encargo, incorporó elementos ornamentales y vegetales que encerraban significados esotéricos, vinculados a la Masonería y la alquimia.
La visita se presenta al público como una ocasión única para descubrir este lugar hermético, recorrer su historia y desentrañar los misterios que alberga.