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Visita Padua a ritmo de río

Visita Padua a ritmo de río

Slow & Green

Según la leyenda, Padua fue fundada por Antenor en un doble meandro del río Medoacus, que con el tiempo pasó a llamarse Brenta.

 

En aquella época del Véneto, rico en cauces de agua naturales, Padua era una gran ciudad del agua recorrida por góndolas, barcas y barcazas que transportaban mercancías y pasajeros.

En el interior de sus antiguas murallas, Padua contaba con el agradable y muy frecuentado Naviglio Interno; un canal antiguo que, desde el Castillo Carrarese y la Torre de la Specola, se bifurcaba atravesando la ciudad con dos cauces internos que después confluían en la esclusa de navegación de Porte Contarine, donde se compensaban los distintos niveles del agua.
Desde Porte Contarine partía entonces el Naviglio del Piovego, un canal de unos 8 km de longitud, excavado en 1209 por los paduanos, para conectar con el Naviglio della Riviera del Brenta, a través de Noventa Padovana, cerca de Stra, y luego con Venecia y su laguna.

 

En el Portello se construyó el antiguo puerto fluvial, enriquecido durante el dominio veneciano con la escenográfica Escalinata del Burchiello.
Todo el tráfico comercial fluvial procedente de la zona meridional, de Bassa Padovana, Vicenza y las Colinas Euganeas, atravesaba la ciudad, los antiguos puentes, las sinuosas riberas, y a través de la esclusa de navegación de Porte Contarine, dentro de las murallas del centro histórico de Padua, entraba en el Piovego, desde donde proseguía por la Riviera del Brenta hasta Venecia y el mar; y, remontando el Naviglio Interno, nobles y patricios llegaban en góndola a sus mansiones y castillos a lo largo de la Riviera Euganea.

Gracias a las excavaciones efectuadas a partir del siglo XIX en torno a Padua para defenderse de las crecidas, creando sucesivamente el Canal Scaricatore, el Canal San Gregorio y la monumental esclusa de navegación de Voltabarozzo, se logró formar un cómodo y profundo Naviglio o canal de navegación de unos 7 km, desde Piovego hasta Bassanello, una especie de circunvalación fluvial que desde los años cincuenta sustituyó al Naviglio Interno de Padova, en gran parte soterrado.

En mayo de 1960, el entonces director de la Entidad Provincial de Turismo Francesco Zambon propuso como itinerario turístico el antiguo servicio de línea de las barcazas o “burchielli” que, con trayectos diarios, conectaron Padua con Venecia desde 1200 hasta la caída de la República de Venecia a manos de Napoleón.
Y fue todo un éxito. Nacieron varias sociedades de navegación que hoy en día, según la temporada, transportan anualmente más de 50.000 turistas a lo largo de recorridos fluviales atractivos, ambientales y culturales, de Porte Contarine a Portello y después hacia las villas de la Riviera del Brenta y Venecia o hacia Bassanello para llegar a Selvazzano Dentro o, con pequeñas embarcaciones, hasta el antiguo Castillo Carrarese.
La oferta fluvial se completa con excursiones y minicruceros nocturnos con música y catas a bordo.

 

 

 

 

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