Se estima que hay unos 60.000 estudiantes universitarios en Padua y que al menos la mitad de ellos utiliza la bici para los desplazamientos cotidianos; el mismo medio de transporte lo utiliza por lo menos el 30 % de sus casi 212.000 habitantes.
Se sabe también que en Padua, en los años de oro del ciclismo, estaban asentados dos gigantes de la industria de la bicicleta: Cesare Rizzato con Atala (con más de 10 marcas, entre ellas Lygie, Maino, U.Dei, Ceriz) y Federico Torresini con Torpado.
Se sabe, por último, siempre en el ámbito de las dos ruedas, que Padua es una meta apreciada por miles de cicloturistas que la visitan por sus atracciones, su arte y sus ciclovías: el anillo fluvial, el anillo de las Colinas Euganeas, el Camino de San Antonio a lo largo del canal del Muson del Sassi; el recorrido de las ciudades amuralladas por Monselice, Este, Montagnana; la Padua rural narrada a lo largo del Bacchiglione; el itinerario del Bacchiglione al Brenta tocando las ciudades de Vicenza y Venecia; la Ruta de la Sal y del Azúcar entre Padua y Chioggia; la antigua vía ferroviaria entre Treviso y Ostiglia que permite llegar a Treviso con la máxima seguridad; la Via del Brenta entre Padua y Trento; o la Via degli Estensi entre Padua y Ferrara. Todas ellas, aptas para todos los públicos.
Para nuestro itinerario escogemos el anillo de las Colinas Euganeas: desde Padua, localidad de Bassanello, se recorre Lungargine dei Barcari a lo largo del canal Battaglia hasta llegar, después de 5 kilómetros, a Villa Molin, obra maestra de Vincenzo Scamozzi y, después de 8 kilómetros, al Castillo del Catajo en Battaglia Terme.
Tras otros 8 kilómetros junto al canal se llega a Monselice, después a Este (10), Baone (4) Cinto Euganeo (2), Lozzo Atestino (3), Vo’ Vecchio (6) Bastia di Rovolon (7), Cervarese Santa Croce (5) y Treponti di Teolo (2). Aquí se puede decidir regresar a Padua por Tencarola di Selvazzano (la ruta más corta) o proseguir por la Abadía de Praglia, Torreglia, Abano Terme, Montegrotto Terme, de nuevo Villa Molin y la orilla del canal Battaglia.
El mágico panorama de las colinas, los cauces de agua, las villas y la vegetación transportan al ciclista a un mundo de fantasía. No olvides llevar el equipo habitual, agua y unos tentempiés. ¡Buen viaje!
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Y para tus rutas sobre dos ruedas, recomendamos consultar Cicloculturando, el portal dedicado al turismo en bicicleta en tierras paduanas.