Situado en el centro de la ciudad, frente a la Universidad, es uno de los símbolos de Padua, el lugar elegido para el café y la gastronomía. Inaugurado en 1831, el Pedrocchi se llamaba “sin puertas” porque, hasta 1916, estuvo siempre abierto, día y noche.
Ubicado en el centro de la ciudad, enfrente de la universidad, es uno de los símbolos de Padua, el lugar predilecto para degustar el café y la gastronomía. Inaugurado en 1831, al Pedrocchi se lo llamaba “sin puertas” porque hasta 1916 siempre estaba abierto, tanto de día como de noche. La presencia en Padua de una gran cafetería internacional se debe a Antonio Pedrocchi, famoso cafetero que soñaba con un espacio de arquitectura representativa y funcional. El edificio fue encargado al arquitecto de ideas ilustradas Giuseppe Jappelli.
En el siglo XIX se convirtió en un punto de encuentro de intelectuales y literatos, un “lugar donde nacían las ideas”, donde se celebraban fiestas y reuniones masónicas y se realizaban negociaciones comerciales: un referente para estudiantes y paduanos, viajeros y hombres de negocios. Por aquí pasaron artistas y literatos como Ippolito Nievo y Giovanni Prati, patriotas del calibre de Arnaldo Fusinato, y entre los huéspedes ilustres se recuerda a Stendhal, Théophile Gautier, Gabriele d’Annunzio, Eleonora Duse y Filippo Tommaso Marinetti. La planta baja se articula alrededor de la monumental Sala Roja, con el mostrador de mármol original realizado a partir de un diseño de Jappelli, de forma elíptica y acabado con seis patas de león. A sus lados se abren dos salas.
La Sala Blanca conserva las marcas de un proyectil disparado por soldados austriacos contra varios estudiantes el 8 de febrero de 1848; la Sala Verde se mantenía abierta para que las personas menos solventes pudiesen calentarse en invierno y descansar sin que los camareros acudieran a preguntar por la comanda. En la planta principal del Stabilimento Pedrocchi se encuentra el Museo del Resurgimiento y de la Edad Contemporánea (“Museo del Risorgimento e dell’Età Contemporanea”), que documenta hechos y protagonistas de un siglo y medio de historia paduana y nacional, desde la caída de la República de Venecia (1797) hasta la promulgación de la Constitución italiana el 1 de enero de 1948. Ciento cincuenta años de historia en los que la ciudad ha tenido un papel muy destacado, si no de absoluto protagonismo, no solo en relación con acontecimientos históricos, sino también por la presencia, en las diversas épocas, de personalidades ilustres.
Aquí, el 8 de febrero de 1848 los estudiantes de la cercana universidad se levantaron contra los ocupantes austriacos; esta revuelta marcó el inicio, en Italia, de la Primera Guerra de la Independencia, y en Europa, del año en el que estallaron revoluciones y levantamientos populares en numerosas naciones.
En la Sala Blanca del histórico edificio aún pueden verse marcas de los disparos de los soldados austriacos contra los estudiantes atrincherados en el café.