Vivir Padua significa vivir sus plazas.
El corazón de la ciudad son ellas, las tres plazas principales, situadas una junta a otra en torno al Palazzo della Ragione, el patriarca majestuoso que vigila la animada vida patavina que se despliega a su alrededor.
Piazza delle Erbe (Plaza de las Hierbas), entre el Palazzo della Ragione y las céntricas calles del antiguo barrio judío, se llamó en su tiempo “delle Biade” (del forraje), y posteriormente “del Vino”. El mercado sigue siendo hoy en día el protagonista de este espacio: todas las mañanas de lunes a viernes, y el sábado durante todo el día, se montan aquí muchos puestos de fruta, verdura y flores. ¡Un festival de colores y aromas que no puedes perderte! La vida de la plaza no se apaga cuando termina el día, sino todo lo contrario: es al final de la tarde cuando Piazza delle Erbe, junto con las otras plazas y el antiguo barrio judío, se convierte en “the place to be”. “Questa è l’ora senza pari, questa è l’ora del Campari” (“Esta es la hora sin igual, esta es la hora del Campari”) cantaba Crivel el siglo pasado, y escuchando esa canción parece que hable precisamente de Padua, una de las reinas del spritz y el aperitivo, que en Italia se asocia a la tarde. Estudiantes y trabajadores, al final de la jornada, se juntan en la plaza para relajarse y disfrutar de un aperitivo en compañía, rodeados de las bellezas arquitectónicas del centro histórico: es el momento del aperitivo, sagrado para los vénetos, el momento de la amistad y la charla, del placer de un buen vino acompañado de sabrosos “spuncioni” (equivalentes a los “cichetti” venecianos o a los “pintxos” vascos).
Para llegar a Piazza della Frutta, antiguamente llamada “del Peronio” porque en ella se vendían zuecos y botines (llamados en latín “perones”), hay que atravesar el Vòlto della Corda, el gran arco bajo el cual, en otro tiempo, se azotaba a los delincuentes. Esta plaza también alberga un mercado donde puede encontrarse una amplia variedad de fruta y verdura, especias y cereales. Bajo los pórticos del Palazzo della Ragione hay establecimientos históricos y tiendas de calidad, al igual que al otro lado de la plaza. Deteneos a tomar un café o un spritz y disfrutad del bullicioso trajín de los paduanos, los estudiantes y toda la gente que colma el centro histórico.
Proseguid hacia el lado izquierdo de la plaza para llegar a la Piazza dei Signori, que debe su nombre a la presencia, en su tiempo, del Palazzo della Signoria, residencia de los Carraresi, señores de Padua entre 1318 y 1405. En esta plaza destaca enseguida el majestuoso Palazzo del Capitanio con la espléndida Torre dell’Orologio (la torre del reloj). La torre está provista con un maravilloso reloj astronómico, la máquina más antigua de su género que se conserva en el mundo. Una pequeña curiosidad: entre los signos del Zodiaco que vemos en la esfera del reloj, falta el signo de Libra (la balanza). El motivo es que los signos se remontan al sistema zodiacal prerromano, en el que las constelaciones de Escorpio y Libra estaban unidas en una sola. En cambio, según la tradición popular, la ausencia de este signo sería un desquite del constructor ante el cliente por haberle pagado una suma inferior a la pactada. El arco inferior conduce a Piazza Capitaniato, donde antiguamente se alzaba el castillo de los Carraresi y ahora se encuentra el Palazzo Liviano, espléndido ejemplo de arquitectura fascista, obra de Gio Ponti, actualmente sede de la Escuela de Ciencias Humanas, Sociales y del Patrimonio Cultural y del departamento de Bienes Culturales de la “Università degli Studi di Padova”.
Las plazas de Padua son para vivirlas: conforman el corazón de la ciudad, donde se funden pasado, presente y futuro.
Descubre el itinerario entre las plazas.