Aparte del Santo sin nombre (Antonio), los paduanos llaman “las plazas” (“le piazze”) al corazón pulsante de la ciudad: Piazza delle Erbe, Piazza della Frutta y Piazza dei Signori, una secuencia particularmente sugerente y escenográfica superfotografiada, que tiene como punto de unión el Palazzo della Ragione, fechado en 1218. Los puestos que ocupan las tres plazas añaden aromas, sabores y folclore al ambiente.
En este escenario incomparable se puede disfrutar de un buen desayuno o una comida al aire libre, pero sobre todo del tradicional aperitivo (por la tarde) a base de spritz, acompañado de un tentempié. Y por qué no tomar una copa con los amigos después de la cena.
Bajo los soportales, los establecimientos históricos y las pequeñas tiendas para todos los gustos crean un bonito marco: no te pierdas un paseo entre los escaparates y en los dos pasillos del “Sotto Salone”, el mercado cubierto más antiguo de Europa.
Descubre los itinerarios: Itinerario del gusto y Recorrido de las plazas.