La navegación comienza en Bassanello, importante nudo fluvial al sur de la ciudad, en el punto donde las aguas del Bacchiglione confluyen con el canal Scaricatore, el más joven de los canales paduanos, construido en el siglo XIX y ampliado en el siglo XX para poner fin a las desastrosas inundaciones de la ciudad. Se deja atrás la boca del canal Battaglia y el Ponte dei Cavai, del cual parte el brazo principal que entra en la ciudad, y se recorre el canal Scaricatore hasta la monumental esclusa de Voltabarozzo, importante obra hidráulica de principios del siglo XX. 

Tras superar la esclusa, se navega a lo largo del canal San Gregorio hasta el punto de confluencia con el Piovego y se entra en la ciudad pasando la contrapresa de San Gregorio. 

Un recorrido apasionante en un ambiente sugestivo a lo largo de las vías de agua de la ciudad, mientras los relatos de otros tiempos y las historias de los viejos oficios se entrelazan con la modernidad y los grandes cambios urbanos acaecidos en época reciente. 

Se bordea el imponente cinturón defensivo veneciano, entre murallas, baluartes y zonas verdes inundables hasta llegar al Portello, con la monumental puerta y el embarcadero del siglo XVI, y se prosigue finalmente hacia Porte Contarine, donde está previsto el desembarco.

La esclusa de Porte Contarine (“Conca delle Porte Contarine”) es la obra hidráulica más famosa de la ciudad y se construyó en el lugar donde, antiguamente, el canal del Naviglio Interno confluía con el brazo principal del Bacchiglione, punto de paso obligado para las embarcaciones que dejaban la ciudad para dirigirse a Venecia. Fin del recorrido en Portello o en la esclusa de Porte Contarine en el centro histórico de Padua.