La sede de la Cofradía de San Antonio, conocida como la Scoletta, alberga tres importantes frescos tempranos de Tiziano que representan algunos de los milagros más famosos de San Antonio.
La “Scuola del Santo”, conocida popularmente como la “Scoletta”, se creó tras la muerte de san Antonio para ayudar a los necesitados y custodiar la memoria del santo. En torno al 1430, cerca del Oratorio de San Jorge se erigió una pequeña iglesia gracias a los legados y donaciones que habían enriquecido en gran medida la hermandad durante todo el siglo XV: se decidió así la ampliación de la escuela con una nueva sala del consejo, construida sobre la iglesia para alojar la sede de la Hermandad de San Antonio. Al igual que muchas de las iglesias antonianas, la construcción se caracteriza por un estilo sobrio en ladrillo.
El edificio se eleva en dos plantas: la parte inferior se construyó hacia 1430 y la superior, en 1504.
La sala en la planta baja se conoce como “prioral” y está decorada con una serie de dieciocho escenas que representan la vida del santo, realizadas en los primeros años del siglo XVI por varios artistas, entre ellos GianAntonio Corona, Filippo da Verona, Bartolomeo Montagna y un jovencísimo Tiziano que, en 1511, realizó tres frescos destinados a tener un papel decisivo en la renovación de la pintura véneta en el siglo XVI.
El ciclo pictórico de Tiziano representa algunos episodios de la vida de san Antonio y de sus milagros: dos escenas en las que el santo hace hablar a un recién nacido y cura el pie de un joven, y el episodio del marido celoso que apuñala a su esposa.
Las pinturas de la sala prioral se han sometido a un minucioso trabajo de restauración, finalizado en 2006, que ha permitido recuperar el esplendor original.
