Una ciudad de estampa medieval como Padua no tiene la posibilidad de introducir grandes cambios en su estructura, pero, aun así, su imagen ha cambiado de manera radical en el siglo XX. El propósito de este resumen es hacerse una idea de estos cambios.
El Ponte Scaricatore (obra hidráulica) en Voltabarozzo está fechado en 1919, por lo que hace poco ha cumplido cien años. Lo firmó Luigi Gasparini. Poco después (1923) se construyó la famosa Rotonda (Torre del Acueducto); y en 1929 se reconstruyó el edificio del Tribunal, destruido por un incendio. El llamativo Palazzo Esedra en Città Giardino se remonta al año 1921.
En los años treinta, cabe mencionar el Liviano (arquitecto: Giò Ponti, 1937), y el cine Concordi (1936) firmado por Giulio Brunetta. Del mismo arquitecto es también el Biri (cervecería-restaurante) en la Stanga, de los años cuarenta. Y del mismo periodo es la construcción del Palazzo Torre en Piazza Insurrezione (antigua Spalato), con 13 plantas y una única escalera central.
La posguerra es, lógicamente, un periodo de abundante construcción: nacen el cine Altino, proyectado por Quirino De Giorgio (1946), y, sobre todo, la estación ferroviaria, obra de Paolo Perilli. Sin olvidar que la Cassa di Risparmio (Caja de Ahorros), en estilo secesionista vienés, al otro lado de Corso del Popolo lleva la firma de Giò Ponti (1951).
En la década siguiente se erige el rascacielos de Porte Contarine, con 15 plantas, iniciado en 1959 y terminado en 1961; sus autores son Renato Iscra y Gaetano Luciani. Más reciente (1984-1990) es el nuevo Palazzo di Giustizia, obra de Gino Valle con Piera Ricci.
En cuanto al sistema vial, cabe recordar la inauguración de la autopista Padua-Venecia: 15 de octubre de 1933, 8 metros de ancho, una calzada…