Enrico Zeno Bernardi, uno de los precursores de la invención del automóvil con motor de combustión, era véneto de pura cepa.
Veronés de nacimiento y paduano de adopción, estudió y enseñó en la «Università degli Studi di Padova». Enrico fue un niño brillante y creativo y pronto mostró interés por los vehículos: a la edad de doce años y con la ayuda de algunos amigos, construyó un aparato de medición para estudiar la diferencia en las trayectorias de las ruedas exteriores e interiores. Se licenció en Matemáticas en Padua en 1863 y dio clase en el Instituto Técnico de Vicenza antes de regresar a Padua como asistente y profesor universitario en la Real Escuela de Ingeniería – Instituto de Máquinas.
En 1874 comenzó a realizar estudios experimentales para conocer en mayor profundidad el motor de combustión, y unos años más tarde presentó una patente industrial para uno de sus tipos, adelantándose en algunos meses a las de Benz y Daimler. Y en 1880 aplicó su motor a una máquina de coser construida para su hija, de la que toma el nombre: motor Pia. En 1884 vio la luz el vehículo de tres ruedas en madera desarrollado para su hijo de cinco años, probado previamente por las calles de Quinzano, su barrio en Verona. Fue uno de los primeros vehículos con motor de gasolina del mundo: se presentó en la Exposición Universal de Turín del mismo año y se aplicó un par de años después a un vehículo de tres ruedas para adultos.
Gran apasionado de las innovaciones técnicas, investigador y experimentador, Enrico Bernardi puede definirse a todos los efectos como un precursor de su época que también profesaba un profundo interés por el campo de la fotografía, la óptica y la química relativa al color de las placas autocromas de Lumière.
Además del Museo Nicolis de Villafranca, en la provincia de Verona, donde se conserva el motor de combustión de gasolina fabricado por Bernardi en 1884 con su correspondiente documentación histórica, resulta muy interesante el Museo E. Bernardi del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Padua. Aquí se exponen varios prototipos de vehículos con motor de combustión de gasolina, con abundante documentación original de los estudios y los descubrimientos, así como el vehículo original de tres ruedas de 1894, propiedad personal de Enrico Bernardi, con el que recorrió sus buenos 60.000 km, donado al departamento por su hijo Lauro. En el Museo de las Máquinas Enrico Bernardi («Museo di macchine Enrico Bernardi»), situado en Via Venezia 1, se conservan los principales ejemplares de motores de combustión interna que marcaron la historia del motor en Europa en la segunda mitad del siglo XIX.
Un precioso fragmento de historia que no puede dejarse pasar.
