El elegante edificio de la “Loggia della Gran Guardia” o “Loggia del Consiglio” fue proyectado en 1496 por Annibale Maggi da Bassano y, por la sobriedad y la armonía de las proporciones, representa una obra maestra renacentista de la arquitectura local. La construcción se detuvo durante la Guerra de la Liga de Cambrai en 1509; las obras se reanudaron en 1530 bajo la dirección del arquitecto veronés Giovanni Maria Falconetto, que intervino también en la “Torre dell’Orologio” (Torre del Reloj) y reconfiguró la “Piazza dei Signori” (Plaza de los Señores).
La amplia escalinata da acceso a la Logia de la Gran Guardia, cuya fachada se abre con siete arcadas que continúan en los laterales. El techo está realizado en mármol y decorado con escudos; a la izquierda se abre una puerta que conduce, por una escalera monumental, a la sala superior.
El espacio está rematado con un techo de casetones, y una serie de frescos se extiende por las paredes longitudinales. Realizada en 1667, representa algunos episodios legendarios, como la mítica fundación de la ciudad de mano de Antenor, la victoria de los paduanos sobre la flota del rey espartano Cleónimo y el suicidio de Trásea Peto.
Desde 1866 la Logia del Consejo forma parte del patrimonio municipal y está destinada a iniciativas de carácter cultural. Símbolo de la ciudad cultural y punto de encuentro o de paseo para residentes y turistas, constituye un elemento significativo en la historia de la arquitectura de la ciudad en el alegre ambiente que la plaza regala cada día con los colores y la vitalidad del mercado.