De origen medieval, el edificio fue remodelado en 1525, cuando la noble Costanza de’ Rossi adquirió por cuenta de la Hermandad de San Roque las “casas en ruinas de los Onara”. La hermandad utilizó el edificio como sede para las reuniones del capítulo y abrió un taller artístico donde confluyeron las principales figuras artísticas de Padua de la primera mitad del siglo XVI. Las obras de remodelación concluyeron en 1542, año en que el obispo bendijo el oratorio.
Las paredes de la sala inferior presentan unos frescos espléndidos con escenas que ilustran episodios de la vida de san Roque; la falsa columnata, las ventanas y los óculos crean un precioso efecto de trampantojo gracias a las cuadraturas arquitectónicas coronadas por frisos y decoraciones grutescas. La serie, que alterna imágenes de paisajes e interiores domésticos, fue realizada entre 1536 y 1545 por Domenico Campagnola, Girolamo Tessari “del Santo”, Gualtiero Padovano y Stefano Dall’Arzere, célebres pintores activos en la región y conocedores del estilo veneciano. La sala superior, no accesible, está decorada con otros frescos de Campagnola y un precioso retablo de Tiziano Minio.
Con la abolición de las hermandades en la época napoleónica, la escuela pasó a manos del Estado y fue adquirida por el ayuntamiento a principios del siglo XX. El oratorio vivió dos campañas de restauración para la revalorización, conservación y análisis del estado de los frescos, los materiales y las técnicas utilizadas. Actualmente alberga numerosas exposiciones temporales.