La esclusa o “Conca” de Porte Contarine es una obra hidráulica realizada en el siglo XIII, durante el gobierno del podestá Contarini. Su nombre se debe probablemente al propio podestá o quizá al barrio Contarinorum, antiguo nombre del vecindario.
Las Porte Contarine eran un importante nodo de comunicación, ya que en ellas confluían dos cauces de agua: el canal interior o Naviglio Interno, procedente del sur y que atravesaba el centro de la ciudad, y el Piovego que permitía salir de la misma. Fue precisamente aquí, aprovechando la caída de agua de la esclusa, donde se encendieron los primeros faroles eléctricos de Padua.
El Oratorio de la Santísima Virgen (“Oratorio della Beata Vergine”) que se asoma a la esclusa de Porte Contarine está dedicado a la Virgen de los Barqueros, que lo erigieron en 1723. En una placa situada en la pared oeste del oratorio están esculpidas las tarifas para el tránsito de las embarcaciones. El texto no es totalmente legible, ya que se reesculpió a principios del siglo XIX, quizá para suprimir la imagen del león de san Marcos.
En la parte inferior de la placa se indican los diversos tipos de embarcaciones previstos para el transporte de pasajeros y de madera. En Padua pueden admirarse las verdes riberas adosadas a las murallas venecianas, erigidas después de que la ciudad fuera asediada y tomada en 1509 por las tropas imperiales de Maximiliano de Austria durante la guerra de la Liga de Cambrai.
La ciudad fue liberada rápidamente y el Senado veneciano ordenó la reconstrucción del sistema defensivo, un modelo ejemplar de la arquitectura militar de la época.