La Scuola della Carità (Escuela de la Caridad) es un edificio de origen medieval donde tuvo su sede la Confraternita della Carità (Cofradía de la Caridad), una de las cofradías laicas más importantes y antiguas de Padua, que floreció con la fundación del Hospital de San Francisco; administraba legados destinados al socorro de enfermos y pobres, a la dotación de jovencitas y a otras buenas obras.
La “Scuola della Carità” es un edificio de origen medieval donde tenía su sede la Hermandad de la Caridad, una de las fraternidades laicas más importantes y antiguas de Padua, que floreció con la fundación del Hospital de San Francisco; administraba las donaciones destinadas a la ayuda de enfermos y pobres, a la dote de las jóvenes y a otras obras benéficas.
En 1419, la escuela se ubicaba en la proximidad inmediata del hospital más importante de Padua, el de San Francisco el Grande, mientras concluían las obras de construcción del propio hospital, de la iglesia y del “Convento dell’Osservanza”. Las obras fueron financiadas por el acaudalado matrimonio de Baldo Bonafari da Piombino y Sibilla de Cetto, que residían en las casas de enfrente, donde después se erigió el edificio de la escuela.
Para adecuar el edificio a su nueva función se abrieron ventanas, se construyó un espléndido techo de casetones y se decoraron las paredes con un nuevo ciclo de frescos que representaban escenas destacadas de la vida de la Virgen.
Las paredes habían sido decoradas previamente con frescos de un pintor desconocido que había pintado quince paneles, restaurados en 1530 por Girolamo Dal Santo. Aún pueden apreciarse vestigios de la antigua decoración en la banda situada bajo los retratos del matrimonio Bonafari. Las paredes interiores de la sala se decoraron en 1579 con frescos de Dario Varatori, padre del Padovanino, con escenas de la vida de la Virgen: el último gran ciclo de frescos realizado en Padua hacia finales del siglo XVI.
Los paneles con los episodios de la vida de Virgen son doce. Hay un decimotercero que representa a Baldo Bonafari y Sibilla de Cetto.
