Villa Lazara, construida en el siglo XV por la poderosa y antigua familia Lazara, originaria de Padua, debe su aspecto actual a algunas importantes reformas y ampliaciones llevadas a cabo en los siglos siguientes, cuando se erigieron el alto frontón de la fachada este y los pronaos del lado norte. La villa presenta una planta cuadrangular con un pórtico saliente en la fachada que da a la calle. Los dos alzados laterales, simétricos, presentan un alzado de una planta de la zona central con disposición de cruz griega.
A lo largo de los siglos, Villa Lazara ha acogido a varias personalidades, entre ellas, en 1574, a Enrique III de Valois -que se convirtió en rey de Francia al año siguiente-, en 1683 a San Gregorio Barbarigo, a la sazón obispo de Padua, y en 1748 al cardenal Carlo Rezzonico, que más tarde se convertiría en el papa Clemente XIII. Adquirida en 1905 por monseñor Francesco Beggiato, la villa pasó a ser el patronato parroquial, desde 1927 regentado por los Padres Canosianos.