El Torresino, o iglesia de Santa María del Llanto y San Miguel Arcángel («Santa Maria del Pianto e San Michele Arcangelo»), toma su nombre de una imagen religiosa, la Virgen del Torresino. Objeto de gran devoción, antes de trasladarse aquí estaba colocada sobre una de las torres de la muralla urbana.
La iglesia es una obra maestra del barroco erigida entre 1719 y 1726 y representa un testimonio de la arquitectura véneta, que interpretó con gran sensibilidad los nuevos diseños del siglo XVI. El proyecto fue encargado en 1718 al arquitecto paduano Girolamo Frigimelica por la Hermandad de Santa María del Llanto.
El edificio, constituido por un espacio circular precedido de un atrio rectangular, aplica el modelo planimétrico barroco de la planta central alargada. Sobre la fachada, decorada con cuatro columnas corintias con un frontón triangular, destacan el bajorrelieve de La Piedad, las estatuas de San Juan Evangelista, Santa María Magdalena, San José de Arimatea y una estatua desconocida, así como el grupo de ángeles con la cruz, atribuidos a Francesco Bonazza.
Delante de la iglesia comienza la Via del Seminario, y en el número 29 se encuentra el Seminario obispal.
Nombrado obispo de Padua en 1664, el cardenal Gregorio Barbarigo fundó en 1671 el nuevo Seminario, ampliado por los obispos Gianfrancesco Barbarigo y Carlo Rezzonico. El edificio fue reestructurado por el arquitecto Giovanni Battista dalla Marina en 1907 durante el obispado de Giovanni Pellizzo. El seminario paduano se convirtió rápidamente en uno de los mayores centros de estudios de Italia, con una relevancia notable en la cultura de la ciudad, y contó con maestros insignes como Egidio Forcellini, Melchiorre Cesarotti, Giovanni Brunacci, Domenico Cerato (el arquitecto a cargo del Prato della Valle giustinianeo y de la adaptación de la Specola), Jacopo Facciolati, el astrónomo Giuseppe Toaldo y, en los años 1850-58, Giuseppe Sarto, que luego sería el papa Pío X.
En su interior se encuentra la importante biblioteca, rica en volúmenes preciosos y mobiliario religioso y con numerosos cuadros y esculturas de gran valor, así como el anfiteatro, restaurado recientemente. Junto al Seminario se alza la iglesia de Santa María en Vanzo («Santa Maria in Vanzo»), dedicada al nacimiento de la Virgen María. El apelativo de «Santa Maria in Vanzo», desde 1669 iglesia del Seminario, se deriva del nombre de esta zona, llamada «Contrada in Vanzo», y remite al término «vanzo», una medida del terreno, o «avanzo» (excedente), ya que se trataba de una zona deshabitada, no cultivada y abandonada. La iglesia primitiva de Santa Maria in Vanzo, erigida en 1218 y abandonada en 1377, se reconstruyó en 1436 y se entregó en 1459 a los canónigos de San Giorgio in Alga de Venecia. En las primeras décadas del siglo XVI, estos religiosos enriquecieron con pinturas la iglesia, ampliada y transformada en una espaciosa y elegante construcción renacentista con fachada con tímpano, probablemente a partir de un proyecto de Lorenzo da Bologna. Continuando por Via del Seminario, llegamos al puente de San Gregorio Barbarigo o de Santa Maria in Vanzo, erigido en 1489 y reconstruido en 1717.
Tras cruzar el puente, se gira a la derecha y se enfila la Via XX Settembre (el 20 de septiembre de 1870 tuvo lugar la brecha de Porta Pía, célebre suceso de la toma de Roma en el proceso de la Unificación italiana), antigua Riviera delle lavandaie (Riviera de las lavanderas).
Al inicio del siglo XX solo había edificios en el lado izquierdo, ya que al otro lado, una vez demolidas las murallas medievales que conectaban la Porta Torricelle con el Castillo Carrarese, la calle flanqueaba el canal y era un punto de acceso habitual para las lavanderas.
En el número 38 se alza la iglesia de San Lucas («San Luca»), fundada en el siglo XII, destruida y reconstruida varias veces y consagrada de nuevo en 1831. En la iglesia, según un epígrafe, el 6 de mayo de 1655 fue bautizado Bartolomeo Cristofori, constructor de clavecines, cuyo nombre está ligado a la invención del piano o pianoforte. El nuevo instrumento (1698) se llamó «Gravicembalo col piano e col forte» (en español, «clavecín con [sonido] suave y fuerte»), y después «fortepiano».
En el número 10 se encuentra la casa Guaran, «primer ejemplo en Padua del estilo floreale», la variante italiana del modernismo (arquitecto: Barbantini, 1900). La cita es de Ronchi (1922).
Proseguimos hasta el puente Torricelle («Ponte delle Torricelle»), lo atravesamos y seguimos hacia Riviera Tito Livio. Superado el puente, a la derecha se encuentra el paso inferior de las Gualchiere (los batanes, máquinas con grandes mazos utilizadas para compactar cereales y especialmente tejidos, para darles una consistencia de fieltro), con el edificio de los molinos, de 1217, restaurado en varias ocasiones.
Presenta un pequeño bajorrelieve en piedra, en la parte oriental, que representa a un molinero (1371). Avanzando por el lado derecho de la Riviera Tito Livio, en el número 45 se encuentra el Teatro Ruzante (ahora perteneciente a la universidad). Se alza en el antiguo emplazamiento de la iglesia de San Jorge («San Giorgio»), mencionada por primera vez en 1134; tras la destrucción en 1809 del convento de Santiago («San Giacomo»), a las afueras de Porta Pontecorvo, las monjas benedictinas fueron acogidas en San Giorgio en 1513 por voluntad del párroco Timoteo Russato, que renunció en su favor al beneficio de la parroquia con la aprobación del papa León X.
En el número 43 se encuentra el palacete Sacchi-Trieste, del siglo XIX (arquitecto: Noale), ahora sede del Instituto Dante Alighieri. Y en el número 9, el colegio Tito Livio, con un claustro en su interior del desaparecido monasterio de San Esteban de las Benedictinas («Santo Stefano delle Benedettine»). En el número 6 se alza el edificio universitario que anteriormente fue el hotel Storione (arquitecto: G. Ponti, 1960); en su flanco izquierdo pueden verse restos de las murallas medievales.
Tras el cruce con Via San Francesco, continuamos por Riviera dei Ponti Romani. El ala septentrional del centro universitario en Via Cesare Battisti, a la izquierda, y el ala oriental en Riviera dei Ponti Romani fueron realizadas en 1922 por el arquitecto Guido Fondelli por encargo del rector Carlo Anti. Por aquí discurría el canal interior o Naviglio Interno, soterrado desde el Ponte delle Torricelle hasta Largo Europa, a lo largo de Riviera Tito Livio y Riviera dei Ponti Romani (1956-1960). A la izquierda nos adentramos en Via Cesare Battisti, en su tiempo llamada Via Pozzo Dipinto (pozo pintado) por la presencia de un pozo público que luego se cegó. La calle se denominó posteriormente Via Beccherie (carnicerías), ya que Francesco Novello da Carrara construyó aquí un matadero en 1398, y luego Via Cassa di Risparmio hasta 1920.
Tras atravesar la intersección con Via Zabarella encontramos los números 47-49, con casas decoradas con frescos del siglo XVI. En el número 71 se alza el Palazzo Dondi dell’Orologio, decorado con frescos en la planta principal, con un friso de Domenico Campagnola. En el número 75 hay un interesante portal de arco ojival, y en el 106 se encuentra el Palazzo Foratti (anteriormente, Breda- Segati), del siglo XVI, con un amplio balcón con trífora (ventana de tres vanos) entre columnas y pilastras y un portal en piedra almohadillada. Frente a los números 125-131 hay una casa decorada con frescos, aunque bastante deteriorados: se distingue un friso polícromo y las figuras del león de Nemea y de Hércules, flanqueado por dos centauros, que abraza a Quirón herido. Puede reconocerse la aportación de un artista de notable calidad como Lorenzo da Bologna (siglos XV-XVI): la fachada se caracteriza por un equilibrio perfecto de las relaciones espaciales, sin errores en las figuras (Lorenzoni, 1977). En la intersección con Via Santa Sofia, giramos a la derecha.
En el número 46 se alzaba la Ca’ di Dio, fundada en 1271 para acoger a prostitutas y víctimas de violencia sexual. Fue aquí, en el curso de unas excavaciones, donde se encontró el sepulcro de Antenor. La Ca’ di Dio estuvo en servicio hasta 1734. En el número 67 se encuentra el Palazzo Polcastro (anteriormente, de los Alvarotti) del siglo XVI, que se ha sometido a reformas posteriores. El conde Girolamo Polcastro hospedó aquí el 2 de mayo de 1796 a Napoleón y, en conmemoración, decoró algunas salas en estilo neoclásico (de la mano de Giovanni Battista Canal y Giovanni Demin). En el patio, transformado en parque-jardín, intervino Giuseppe Jappelli. Ante el edificio del número 79, antiguamente sede del «Monte di Credito su Pegno» (monte de piedad), se abre la Via Aristide Gabelli (anteriormente Borgo Zucco, nombre derivado de una familia de apellido Zucca o Zucchi).
En el número 26 puede verse una placa que recuerda que en esa casa vivió y murió en 1891 Aristide Gabelli, erudito y pedagogo de Belluno. En el número 46 se hallaba el «Collegio dei Greci» (colegio de los griegos); en 1772 se le unieron los colegios Cottunnio y Paleocapa. En los números 63-67 se encuentran los institutos de la facultad de Medicina, que empezaron a asentarse en 1872-74 en el área de la iglesia y el monasterio benedictino de San Matías («San Mattia»).
En el número 108 se encuentra Corte Ca’ Lando: alrededor de un patio rectangular se levantan dos edificios, en su tiempo rodeados de huertos, cada uno con seis unidades residenciales de dos o tres plantas.
En el tercer lado se alza la capilla de los santos Marco Vitale y Elisabetta o San Marco Piccolo, utilizada por los residentes del complejo. En un testamento de 1513, el patricio veneciano Marco Lando dispuso la construcción de 12 casas con una pequeña capilla para la residencia perpetua de 12 padres de familia con sus hijos y sus hijas. La fundación fue gestionada por comisarios de la familia Lando y de la familia Correr, convirtiéndose en 1675 en «Obra Pía» y pasando después a manos de la congregación de caridad del «Ente comunale di assistenza» (ECA) y, finalmente, del ayuntamiento de Padua. «Corte Lando representa un anticipo de la concepción moderna de las residencias colectivas, en las que se concilia la aspiración de contar con viviendas unifamiliares, que transmiten una sensación de individualidad, con las necesidades económicas de construcción y espacio». En 1519 Jacob Fuegger (en español, Jacobo Fúcar) construyó en Augsburgo, Alemania, la famosa «Fueggerei»: aunque es cierto que la construcción de Corte Lando es posterior a 1524, la datación del proyecto en 1513 permite considerarlo un «precursor» de la institución augsburguesa.