Kenny Random, seudónimo de Andrea Coppo, nació en Padua en 1971, ciudad donde vive y trabaja. Sus primeros grafitis aparecieron en las paredes de Padua en los años ochenta y su producción artística, compuesta por obras sobre lienzo y objetos de uso cotidiano, ha encontrado su culmen en el libro «Lies» (2011).
Kenny Random, seudónimo de Andrea Coppo, nació en Padua en 1971, ciudad donde vive y trabaja. Sus primeros grafitis aparecieron en las paredes de Padua en los años ochenta y su producción artística, compuesta por obras sobre lienzo y objetos de uso cotidiano, ha encontrado su culmen en el libro «Lies» (2011).
La ciudad ha aprendido a conocer con el tiempo las obras del artista: desde las primeras figuras antropomorfas, pasando por las imágenes de anime japonés como Conan y Heidi, o sacadas de los cómics, como el perro Snoopy, hasta los perfiles negros en esténcil que llenan de emoción y expresividad el lenguaje de sus personajes.
Los muros de Padua se han llenado poco a poco de obras donde aparecen siluetas con parejas de amantes y perfiles de niños dibujando. Resulta omnipresente, en cambio, la figura con el sombrero de copa, que juega con un gato o intenta dejar frases y mensajes en las paredes: un personaje que se ha convertido en su alter ego y en símbolo de su producción.
Presente con sus murales tanto en el centro histórico de la ciudad como en la zona industrial, sus obras se consideran parte integral del paisaje urbano, hasta el punto que en las operaciones de reforma de los edificios, a menudo se decide conservarlas.
En 2007 se le dedicó una exposición en la galería Spazio Tindaci de Padua y en 2012 se expusieron algunas de sus obras en el Centro cultural Altinate San Gaetano, también en Padua.
En diciembre de 2012 llevó a cabo la iniciativa «The Gift«, repartiendo treinta y dos obras por la ciudad, ofreciendo pistas para encontrarlas en su perfil de Facebook y su web y permitiendo que quien las encontrara se convirtiera en legítimo propietario.
En diciembre de 2013 repitió la iniciativa con «The Gift 2«, dejando en distintos lugares de la ciudad veintitrés medallones numerados correspondientes a otras tantas obras de arte para distribuir como regalo.