Tony Gallo nació en Padua en 1975 y actualmente vive y trabaja en su ciudad natal. Su formación autodidacta le ha llevado a consolidar visiones y experimentaciones compositivas sin seguir un esquema preciso, reflejando su propia personalidad a través de un lenguaje cercano al mundo del street art.
Sus obras, en las que ha experimentado como soporte tanto con la pared como con el lienzo, se caracterizan por un estilo multiforme en el que toman vida personajes antropomorfos, animales que se confunden con el ser humano, donde la naturaleza se vuelve poesía.
El uso de materiales como el bote de espray, símbolo distintivo del mundo de los grafiteros, el trazo veloz y el gesto en la composición inscriben a Tony Gallo entre los nuevos artistas que emprenden un viaje con la impronta característica de un arte emocional, donde las cualidades de poesía, magia y sentimiento se funden con los colores y la armonía de un universo creado por la fantasía del autor.
La sensibilidad de sus personajes, que miran al espectador de una manera serena y muda, se ha convertido en un símbolo unívoco de una generación silenciosa y atenta que vive de sueños y esperas.
En 2016 la ciudad de Padua lo galardonó en el Festival de la Innovación Galileo con el Premio Noi #GenerazioneMerito.
Con el paso de los años, son muchos los muros de la ciudad que han sido revestidos con la magia de Tony Gallo, y sus obras pueden contemplarse ya en lugares muy diversos tanto en Italia como en el extranjero.