Una inmersión en el arte desde la época paleovéneta hasta la Edad Moderna, pasando por Giotto y el Renacimiento italiano: descubre las sedes del conjunto de museos y monumentos que forman parte de esta red
Comenzamos por el Museo Arqueológico en el interior del Museo Eremitani, que conserva restos arqueológicos de época paleovéneta, prerromana y romana y alberga una sección egipcia que se amplió con los descubrimientos arqueológicos del explorador paduano Giovan Battista Belzoni (1778-1823).
El recorrido museístico nos conduce al Museo de Arte Medieval y Moderno, con obras realizadas entre los siglos XIV y XIX por los grandes maestros de la pintura italiana: desde Giotto y Guariento, pasando por Boccacini, El Veronés y Tintoretto hasta Giambattista Tiepolo.
La visita a la famosa Capilla de los Scrovegni, en la zona de la antigua arena romana, es imprescindible: Giotto recibió el encargo de representar una serie de escenas del Antiguo y el Nuevo Testamento que constituyen una obra maestra de valor incalculable.
Cruzando la calle nos espera el majestuoso Palazzo Zuckermann, sede museística inaugurada en 2004 para acoger una extraordinaria colección de más de dos mil objetos, patrimonio hasta entonces escondido de los Museos Cívicos de Padua, reunidos en el Museo de Artes Aplicadas y Decorativas y las colecciones de monedas y medallas del Museo Bottacin.
Dando dos pasos hacia el centro histórico se llega al «Palazzo della Ragione» (Palacio de la Razón): llamado popularmente «Il Salone» (el Salón), es uno de los espacios cubiertos de mayor tamaño de Italia y no tiene parangón en la arquitectura civil italiana. La primera construcción se remonta al año 1218 y tenía como finalidad albergar los tribunales y las dependencias financieras, pero también fue sede comercial. Se utiliza para grandes exposiciones artísticas y eventos, mientras que la planta baja aún aloja, como antiguamente, un mercado de productos de alimentación, el denominado «Sottosalone» (bajo el Salón): no puedes perderte la visita a uno de los rincones más sugestivos y característicos de Padua entre Piazza delle Erbe y Piazza della Frutta.
A poca distancia se encuentra el «Oratorio di San Rocco» (Oratorio de San Roque), con las paredes decoradas con frescos, entre 1536 y 1545, de Domenico Campagnola, Girolamo Tessari, llamado del Santo, Gualtiero Padovano, Stefano Dall’Arzere y Johannes Stephan van Calcar, con escenas que ilustran algunos episodios de la vida de san Roque.
Si ya te has licenciado, puedes cruzar el umbral del Caffè Pedrocchi, el «café sin puertas», emblema de la ciudad proyectado por Giuseppe Jappelli donde se mezclaban, desde 1831, nobles y burgueses, intelectuales y plebeyos. Rápidamente se convirtió en un lugar de encuentro de intelectuales y literatos, «un lugar donde nacían las ideas», a dos pasos del Palazzo del Bo, el edificio de la Universidad de Padua.
En la primera planta del Stabilimento Pedrocchi puede visitarse el «Museo del Risorgimento e dell’Età Contemporanea» (Museo del Resurgimiento y de la Edad Contemporánea), que documenta hechos y protagonistas de un siglo y medio de historia paduana y nacional, desde la caída de la República de Venecia (1797) hasta la promulgación de la Constitución italiana el 1 de enero de 1948.
Cómo no recordar también las joyas escondidas de Padua, como la «Loggia e Odeo Cornaro» (Logia y Odeón Cornaro), un espacio cercano a la Basílica de San Antonio encargado por el mecenas Alvise Cornaro para albergar obras de teatro, música, debates y charlas eruditas en época renacentista. No muy lejos de La Specola se encuentra el «Oratorio di San Michele» (Oratorio de San Miguel), obra de Jacopo da Verona, que además de los elementos derivados de la formación con Altichiero, aplicó otros de Giotto, Jacopo Avanzi y Giusto de’ Menabuoi.
En los días de celebración de los principales aniversarios del año se pueden visitar gratuitamente las sedes de los Museos Cívicos (quedan excluidas de esta iniciativa las exposiciones con entrada de pago y la Capilla de los Scrovegni).
Se recuerda a los visitantes que los museos municipales, exceptuando la Capilla de los Scrovegni y el Museo Eremitani, están cerrados los lunes no festivos.
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